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San Luis Rey de Francia

Hoy celebramos al santo patrono de nuestro colegio 💙❤️

Cada 25 de agosto se recuerda a Luis IX, San Luis de Francia (1214-1270), conocido también como el rey Ludovico, quien se distinguió por su espíritu de penitencia y oración, y por su generosidad con los pobres y los débiles. San Luis fue un gobernante sabio, justo y prudente.

Luis nació en Poissy, cerca de París, el 25 de abril en el año 1214; hijo de Luis VIII de Francia y de Blanca de Castilla. Fue contemporáneo de Santo Tomás de Aquino y San Buenaventura, ambos destinados a ser profesores en París, donde se encontraba la universidad más famosa de aquel entonces.

Coronado a los 22 años, Luis contrajo nupcias con Margarita de Provenza en 1227, con la que tuvo once hijos. El rey fue un esposo y padre ejemplar.

En el corazón de Luis IX destacaba su amor a la Iglesia y el deseo de protegerla y extenderla. Fue así que decidió apoyar la construcción de nuevos monasterios y el fortalecimiento de las órdenes religiosas.

Paso a la Inmortalidad del General José de San Martín

Paso a la inmortalidad del General José de San Martín

Hoy se cumple un nuevo aniversario del fallecimiento del General José de San Martín, uno de los máximos héroes de la historia de nuestro país y de América; una pieza fundamental en la construcción de nuestra identidad nacional.

Qué paso aquel día de 1850 ?

Aquejado de viejos problemas gástricos, cataratas y reuma, el 17 de agosto de 1850 murió el Libertador. Estuvo lúcido hasta el final. Además, la curiosa historia detrás del monumento ecuestre que lo homenajea en la ciudad donde falleció.

Ese sábado 17 de agosto San Martín se levantó sereno y fue a la habitación de su hija como hacía habitualmente para que le leyera los diarios. Por las cataratas que sufría, hacía tiempo que él no podía hacerlo.

Había amanecido nublado en Boulogne Sur Mer, una ciudad costera frente al Canal de la Mancha, de unos treinta mil habitantes, cuyo número crecía en los veranos por los miles de ingleses que iban a tomar baños de mar. En 1850 se había habilitado un natatorio de agua de mar caliente. Usado por los romanos como base de operaciones cuando invadieron Gran Bretaña, por siglos fue un puerto natural y la puerta de entrada de potencias invasoras a lo largo de la historia de Francia.

A los 71 años, el anciano general le confesaba al general Ramón Castilla, presidente del Perú, tener una salud enteramente arruinada y estar casi ciego por las cataratas, sin contar con sus problemas estomacales, que arrastraba desde los tiempos del cruce de los Andes. El clima frío y húmedo de la ciudad no ayudaba a su maltrecha salud.

En París había consultado a varios oculistas, y todos le dieron el mismo diagnóstico, que sólo podrían operarlo cuando las cataratas madurasen, esto es, cuando ya no viera más. En 1849 se intentó una operación, que no tuvo los resultados esperados.

Luego de un frustrado viaje al país en 1828, regresó a Bruselas. Cuando en Francia la revolución de julio de 1830 determinó la caída del borbón Carlos X y el ascenso al trono de Luis Felipe I de Orleans, se mudó a París, un poco por insistencia de su amigo Alejandro María Aguado. En la capital francesa, alquilaba en el número 1 de la calle Neuve Saint Georges una casa que en 1835 pudo comprar.

Vivía del alquiler de una propiedad de Buenos Aires y Aguado le había cedido parte de su fortuna. Hacía tiempo que nuestro país, Chile y Perú se habían olvidado de él, y ya no recibía las pensiones.

Por 1833 había intentado calmar sus dolencias con baños en Aix-les Bains. “Lejos de hacerme el bien que experimenté el año pasado y que me prometí al presente, me produjeron violentos ataques de nervios y me debilitaron al extremo de haber tenido que cumplir más de un mes en el regreso”, escribió.

Para estar cerca de su amigo, adquirió una casa en Evry sur Seine, una comuna de unos 700 habitantes, a 40 kilómetros al sur de París. A la casa -que pudo comprar gracias a la ayuda del propio Aguado- la llamó Grand Bourg, vecina a la de aquel. Era una construcción de tres plantas, en un terreno de una hectárea. Allí pasaba desde Semana Santa hasta el día de los difuntos.

Le gustaba caminar por los jardines, pasear con sus nietas y cuidar de las flores, especialmente las dalias. Por las tardes tenía la costumbre de tomar mate con Aguado. A veces el poeta Florencio Balcarce, hermano de su yerno, se quedaba en la casa largas temporadas. Pasaba el tiempo limpiando sus pistolas y escopetas, que alternaba con trabajos de carpintería.

Allí también lo visitaron Domingo F. Sarmiento y Juan Bautista Alberdi. “Lo esperaba más alto, lo creía un indio como tantas veces me lo habían pintado y no es más que un hombre de color moreno. Al ver el modo cómo se considera él mismo se diría que este hombre no había hecho nada de notable en el mundo, porque parece que él es el primero en creerlo así”, recordó el tucumano.

Nuevamente, con la revolución de 1848, se mudó a Boulogne sur Mer, “para evitar el que mi familia volviese a presenciar las trágicas escenas que desde la revolución de febrero se han sucedido en París, resolví transportarla a este punto”.

Se calcula que antes de abandonar París, su hija finalmente lo convenció de que accediera a posar para un daguerrotipo, la sensación del momento. Se presume que fueron al estudio de Robert Jefferson Bingham, un inglés que se había radicado en la capital francesa. Le tomaron dos, y uno se extravió. El que se conserva mide 12 por 10 centímetros y está en un marco oval de madera.

Para algunos, la idea original de San Martín era radicarse en Inglaterra o regresar a su casa de campo de Grand Bourg. Alquiló un segundo piso, con cinco habitaciones en la Gran Rue 105, en una vivienda que pertenecía a Adolphe Gerard, un abogado que además era el bibliotecario de la ciudad. Allí se mudó, para cuidarlo, su hija Mercedes con su esposo Mariano Balcarce y sus dos hijas. En la planta baja el dueño tenía su estudio y en el tercer piso vivía con su esposa y tres hijos.

Le leían los periódicos y los libros y le costaba mucho tener que dictar su propia correspondencia, confesó que nunca se acostumbró a ello. Pasaba largas horas hablando con Gerard, quien haría una primera semblanza del argentino cuatro días después de muerto. El anciano hablaba francés, inglés, italiano, griego y latín y ambos compartían inquietudes culturales.

En junio de 1850 fue a tomar baños a las termas de Enghien-les-Bains, recomendados para el tratamiento del reuma. Félix Frías, que se lo encontró casualmente, lo vio totalmente lúcido, aunque un tanto melancólico, cuando hablaba de América, y encerrado en sí mismo.

El 6 de agosto realizó su último paseo, y tuvieron que ayudarlo a descender del carruaje y a subir las escaleras de su casa, de lo extenuado que estaba.

Los días pasaron con molestias, que le provocaban arranques de mal humor. Sin embargo, el 16 amaneció de buen ánimo. Comentó con Mercedes el elevado número de bañistas que se habían ahogado, había mucha gente y pocos bañeros para controlarlos. Para ello, un lord inglés anunció que regalaría a la ciudad un bote a hélice para ayudar en el auxilio de los veraneantes. La ciudad había sido adornada porque al otro día llegaría la embarcación.

Ese 17 no tenía fiebre aunque disimulaba sus ataques de dolor con una sonrisa frente a su hija, para que no se preocupase. Decía que “era la tempestad que lleva al puerto”.

El médico insistía en que una Hermana de la Caridad podría cuidarlo y así aliviar un poco a su hija, pero Mercedes no quiso saber nada.

Cuatro días antes, San Martín ya sufría de agudos dolores de estómago, que lograba calmar con opio, en dosis mayores a las recomendadas. Tuvo ataques febriles. Sin embargo, su familia no imaginaba ese desenlace.

Esa mañana su yerno partió a realizar un trámite. Al mediodía, el general almorzó frugalmente, como hacía habitualmente. Lo había ayudado a vestirse el peruano Eusebio Soto, su fiel sirviente. Acompañaba a San Martín desde sus tiempos en Lima, cuando contaba diez años. Con los años, se transformó en el hombre de extrema confianza en la familia, se adaptó a Europa y hablaba el francés en forma fluida. En 1840, a los 28 años se casó con la española Lorenza Bustos, criada de los Aguado.

A las dos de la tarde, lo sorprendieron fuertes dolores de estómago. Estaba su médico Dr. Jordán, al que habían mandado llamar. En un primer momento, no le dio demasiada importancia al cuadro que presentaba su paciente, ya que eran ataques que ya había sufrido con anterioridad. San Martín, recostado en la cama de su hija, pidió ser llevado a su habitación.

A las tres de la tarde, presintió el fin. Sintió una convulsión y con gestos, ya que casi no podía hablar, le pidió a su yerno que alejase a su hija, y falleció. La tradición cuenta que tanto su reloj de bolsillo como el que estaba en la sala, se pararon a esa misma hora.

Fue velado durante el 18. Por la mañana se redactó el acta de defunción, que certificaba que San Martín, de 72 años, cinco meses y 23 días de edad, había fallecido el 17 a las tres de la tarde. Firmaron el acta Adolphe Gerard y Francisco Rosales, encargado de negocios de Chile. Ese mismo día fallecía Honoré de Balzac.

Colocaron un crucifijo sobre su pecho, otro en una mesa entre dos velas, mientras dos hermanas de la caridad rezaban.

El 19 fue colocado en un féretro. El 20, a las 6 de la mañana el cortejo partió hacia la iglesia de San Nicolás. Acompañaban al carruaje con sus cuatro faroles encendidos y tapados con crespones negros, su yerno Balcarce; a su derecha Darthez, amigo de San Martín y a la izquierda Francisco Javier Rosales, encargado de negocios de Chile. Los seguían José Guerrico, Adolphe Gerard y Seguier, vecino de Boulogne. Nadie más.

En San Nicolás hubo un rezo y partieron hacia la catedral, ubicada en la zona alta de la ciudad. Fue depositado en una de las bóvedas por indicación del abate Haffreingue. Sería provisoriamente, porque la intención fue la de cumplir el último deseo de San Martín, de reposar en Buenos Aires. En 1861 fueron trasladados al sepulcro que los Balcarce poseían en el cementerio de Brunoy. En esa ciudad, a 20 kilómetros de París, su yerno había comprado una mansión, el “Petit Chateau” que había pertenecido, entre otros, al conde de Provenza, hermano de Luis XVI y quien luego sería el rey Luis XVIII.

Gerard, el dueño de casa confesó que “su pérdida deja en ella un vacío que se reproduce en nuestras almas, y que no se llenará pronto”.

En 1864 una ley cuya autoría fue de Adolfo Alsina y Martín Ruiz Moreno, autorizaba al gobierno a iniciar las gestiones para repatriar los restos. Habría que esperar otros 16 años, durante el fin de la presidencia de Nicolás Avellaneda, cuando el 28 de mayo de 1880 arribó en el muelle de las Catalinas el vapor Villarino el féretro de dos metros de largo por sesenta centímetros de altura con los restos del prócer. Sarmiento, quien lo había conocido en mayo de 1846 en Grand Bourg, encabezó la comisión de repatriación.

Su cuerpo embalsamado estaba protegido por cuatro ataúdes, dos de plomo, uno de abeto y otro de roble. En la nave central de la Catedral, se realizó un oficio religioso y luego fue depositado en la cripta de los Canónigos, hasta que estuviera listo el sepulcro, que se construía donde estaba el altar de Nuestra Señora de la Paz.

San Martín no descansa en la parte superior del monumento, compuesto por una urna negra. El féretro fue acomodado inclinado, y su cabeza está a la altura de los visitantes. La lámpara votiva, en el frente de la Catedral, fue proyectada y construida en la Escuela Nacional de Bellas Artes.

Desde 1933, el 17 de agosto se declaró Día de San Martín, pero no era feriado. El decreto establecía suspender durante cinco minutos las tareas en reparticiones públicas y que el día anterior se brindasen conferencias sobre su personalidad y su obra en las escuelas.

El 24 de octubre de 1909, en el boulevard Saint Beauve, se inauguró en Boulogne sur Mer una estatua ecuestre, la primera en Europa en su homenaje. Viajó una delegación de 120 granaderos y uno de ellos, Juan Rabuffi, falleció de una enfermedad pulmonar. Sus restos volvieron en la fragata Libertad, en su viaje de 1967.

No se sabe cómo el monumento salió indemne de los devastadores bombardeos durante la Segunda Guerra Mundial, ya que en esa ciudad los alemanes habían instalado una base de submarinos. El 15 de junio de 1944 fue uno de las peores jornadas: se arrojaron 1200 toneladas de bombas, lo que provocó la desaparición de barrios enteros. Sin embargo, el monumento, salvo marcas de esquirlas, no sufrió daños. Por años se habló del milagro de la estatua del general, aquel que se sumía en la melancolía cuando hablaba de América, que seguramente le traía muchos recuerdos, de los buenos y también de los amargos.

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Día de la Independencia

Este domingo recordamos y celebramos la gesta histórica en la que los representantes de las Provincias Unidas del Río de la Plata proclamaron la independencia, rompieron los lazos de subordinación con la corona española y renunciaron a cualquier otra dominación extranjera.

El 9 de julio de 1816, reunidos en la ciudad de San Miguel de Tucumán en Congreso General Constituyente, se firmó el Acta de la Independencia.

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Día de la Bandera

La fecha conmemora el día de 1820 en que murió Manuel Belgrano, creador de este emblema nacional; cómo fue la primera vez que se enarboló esta insignia patria

El Día de la Bandera en la Argentina se conmemora cada 20 de junio, y esta fecha fue elegida por tratarse de la muerte, en 1820, de Manuel Belgrano: el creador de este emblema nacional.

Es por esto que al 20 de juniouno de los feriados inamovibles que tiene nuestro calendario, también se lo conoce como el Paso a la Inmortalidad del General Manuel Belgrano. Este político, abogado, escritor y militar falleció en su casa natal, actualmente en la Avenida Manuel Belgrano al 430, de la ciudad de Buenos Aires, luego de una enfermedad que lo aquejó también en Tucumán y que contrajo mientras dirigía el ejército auxiliar del Alto Perú en la Guerra de Independencia nacional.

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Paso a la Inmortalidad del General Martín Miguel de Güemes

Güemes fue un militar, político y prócer argentino que nació el 8 de febrero de 1785 en Salta. Es considerado un héroe por su involucramiento en la lucha por la independencia del país, por la cual dejó la vida.

Principalmente, se lo reconoce por su defensa de la frontera contra la invasión realista que venía del Alto Perú, la cual hizo con el Ejército del Norte, que estaba compuesto por tropas de gauchos. Esta táctica permitió que San Martín pueda cruzar los Andes y asegurar la liberación de ArgentinaChile Perú. Además, Güemes ocupó el cargo de gobernador de Salta por seis años.

En la noche del 7 de junio, Martín Miguel de Güemes sufrió un disparo en combate, mientras el coronel José María Valdés, también conocido como “Barbucho, encabezaba una invasión a la ciudad de Salta”. Este prócer argentino logró escaparse de allí pero, diez días después de este hecho, murió a los 36 años. Así se convirtió en el único general argentino caído en acción de guerra exterior.

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Día Mundial del Donante de Sangre

La Asamblea Mundial de la Salud, máximo órgano de decisión de la Organización Mundial de la Salud, designó que el 14 de junio de cada año se celebra el Día Mundial del Donante de Sangre como muestra de reconocimiento y agradecimiento hacia los donantes de sangre de todo el mundo. La fecha conmemora el nacimiento de Karl Landsteiner, patólogo y biólogo austríaco, que descubrió los Grupos sanguíneos ABO.
El tema de la campaña de este año es la donación de sangre y el acceso universal a las transfusiones de sangre segura, como elemento para lograr la cobertura sanitaria universal. Se ha adoptado el lema «Sangre segura para todos»,  para promover el acceso universal a sangre segura mediante su donación voluntaria y no remunerada.

Corpus-Christi

Hoy celebramos la Solemnidad del Corpus Christi

¿Qué se celebra en la Solemnidad de Corpus Christi?

Conocida como Solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo, esta fiesta honra a Jesucristo, verdadera y realmente presente substancialmente bajo las apariencias del pan y del vino. Esa Presencia ocurre gracias a un cambio que la Iglesia llama transubstanciación (cambio de sustancia), en el momento en que el sacerdote, durante la Consagración en la Misa, dice las palabras que el mismo Cristo pronunció sobre el pan y el vino: “Este es Mi Cuerpo”, “Esta es Mi Sangre”, “Hagan esto en memoria Mía”. En 2023, la Solemnidad de Corpus Christi es el 8 de junio, pero se transfiere al domingo 11 de junio en algunas diócesis.

¿Por qué celebran Corpus Christi los católicos?

La Iglesia Católica honra la Presencia de Cristo en la Santa Eucaristía con una fiesta especial que debe a Santa Juliana de Lieja, monja del siglo XIII nacida en Bélgica, que tuvo un gran amor por la Eucaristía. A los 16 años tuvo una visión de la Iglesia como una luna llena con un punto oscuro que significaba que a la Iglesia le faltaba una fiesta dedicada únicamente al Cuerpo y Sangre de Cristo. A pesar de que tuvo la misma visión varias veces, no creía que pudiera ella hacer nada para que se instituyera esa fiesta por lo que mantuvo en secreto su visión por muchos años. Una vez elegida priora de su convento, finalmente expuso a su confesor la visión y él, a su vez, lo informó al obispo. Esto, de alguna manera, inició el camino hacia la institución de la fiesta del Corpus Christi.

¿Qué significa Corpus Christi?

Las palabras latinas “Corpus Christi” se traducen como “Cuerpo de Cristo”.¿Por qué es importante la Solemnidad de Corpus Christi?

La Eucaristía es la “fuente y culmen de la vida cristiana” (Concilio Vaticano II, Lumen gentium, 11). En la Eucaristía, Jesús mismo vuelve a presentar Su Sacrificio en el Calvario (Lc 22,19-20; 1 Cor 11,26-29) para beneficio nuestro y se nos da en la Santa Comunión (Ex 16,4; Jn 6,1-14, 48-51), y se queda con nosotros hasta el fin de los tiempos (Lc 24,13-35; Mt 28,18-20). Viene a nosotros en esta humilde forma, haciéndose vulnerable por amor a cada uno de nosotros. Sin embargo, es Dios Mismo, y por tanto el Cuerpo y la Sangre de Cristo merecen nuestro mayor respeto y amor, y también adoración.
En el himno “Tantum Ergo” de Santo Tomás de Aquino, rezamos:

Veneremos, pues, inclinados, tan grande Sacramento; y la antigua figura ceda el puesto al nuevo rito; la fe supla la incapacidad de los sentidos.

San Francisco de Asís expresó: “En este mundo, no veo al Altísimo Hijo de Dios pero sí a Su Santísimo Cuerpo y Sangre”.

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Día de la Afirmación de los Derechos Argentinos sobre las Malvinas: por qué se conmemora cada 10 de junio

El 10 de junio de 1829 se estableció un hito en el proceso de consolidación del ejercicio de la soberanía argentina sobre las Islas del Atlántico Sur.

Este 10 de junio de 2023 el pueblo de la República Argentina conmemoran el 194º aniversario de la creación de la Comandancia Política y Militar de las Islas Malvinas y las adyacentes al Cabo de Hornos por parte del Gobierno de la provincia de Buenos Aires.

Desde el comienzo del proceso emancipatorio en 1810, en su condición de heredera de los territorios españoles en el Atlántico Sur, la Argentina ejerció de manera permanente sus derechos sobre los archipiélagos australes allí ubicados. Desde 1767 se había producido un ejercicio continuado de la jurisdicción española a través de una sucesión de 32 gobernadores residentes en las islas, dependientes de Buenos Aires, hasta 1811 cuando España retiró la guarnición (dejando signos de posesión) en el marco de la guerra de la independencia en el Río de la Plata.

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Día del Periodista: por qué se celebra hoy 7 de junio

Un día como hoy de 1810 se fundó el primer número del periódico portavoz de la Revolución de Mayo, dirigido por el abogado y periodista Mariano Moreno.

Cada 7 de junio se celebra el Día del Periodista en Argentina. La fecha fue instaurada en 1938 durante el Primer Congreso Nacional de Periodistas y hace honor a la fundación del primer periódico nacional de la etapa independentista de nuestro país en 1810.

La Gazeta de Buenos Ayres, fundada por Mariano Moreno el 7 de junio de 1810fue el portavoz y difusor de las ideas promovidas por el gobierno revolucionario de mayo.

El medio de comunicación creado y dirigido por el propio Moreno buscaba mantener a la gente informada sobre el curso de la revolución y comunicar sus propuestas para avanzar en el camino de la emancipación.

A nivel internacional, a diferencia de la Argentina, el Día del Periodista se conmemora el 8 de septiembre en homenaje a Julius Fucik, comunicador de origen checo que fuera ejecutado ese día, en 1943, durante la Segunda Guerra Mundial.

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Día de San Marcelino Champagnat

Hijo de campesinos franceses nacido en 1789, creó una congregación educativa con presencia en 81 países de los cinco continentes.

El Santoral de la Iglesia Católica recuerda este 6 de junio a Marcelino Champagnat, un nombre que está ligado en los últimos 200 años a la excelencia educativa, a los colegios religiosos inspirados en el conocimiento y en la fe. Y supone, claro, que ese hombre fue, desde su pequeña infancia, el mejor de los alumnos de su escuela. Pero no fue así.

Nacido en 1789 (el mismo año de la Revolución Francesa) en el pueblo de Marlhes, al sur de Lyon, Marcelino fue el noveno de 10 de hermanos hijos de una pareja de campesinos que vivían de su granja. Con mucho don para los trabajos manuales, recién a los 10 años empezó a ir a la escuela, y desistió enseguida. No le gustaba. Y prefería trabajar y cuidar de todos en su casa familiar.

Amaba si a Dios, a la obra de Jesús y sobre todo, era un encandilado por la vida de la Virgen María, devoción que le transmitió desde muy chico su propia madre y que lo acompañaría toda su vida. Pero a los 14 años seguía sin conocimientos de la educación escolar más básica. Fue en esa época cuando llegó a su casa un sacerdote que buscaba jóvenes para estudiar en un seminario que se había abierto cerca del pueblo de la familia.

Se cuenta que el clérigo, ante el entusiasmo de Marcelino, le dijo que tenía que ser sacerdote porque Dios así lo quería. Los padres le avisaron que no servía para la educación sino para los trabajos de granja. Pero Marcelino empezó a estudiar en el seminario. Y consiguió que algunos amigos le dieran clases especiales a toda hora para aprender lo más rápido posible.

Pero era su bondad, su altísima conciencia de la religiosidad y del bien del prójimo lo que encandilaba a los sacerdotes que lo instruían, quienes finalmente, lo dejaron ir a estudiar al seminario mayor de Lyon. Allí, Marcelino Champagnat comenzó a madurar la idea de formar, junto a otros 12 compañeros, una comunidad religiosa que propagara la devoción por la Virgen María.

En 1816 fue ordenado sacerdote y enviado como coadjuntor o vicario de un sacerdote de un pequeño pueblito: La Valla-en-Gier, departamento de Loira, con apenas 2.000 habitantes. Marcelino se impactó porque los niños del pueblo no tenían ni escuela ni catequesis, y pocos mayores iban a la iglesia. Y comenzó a hablar con cada uno de los habitantes, que se encantaban de escucharlo y de la bondad con que los trataba.

Su carrera sacerdotal crecía. Pero a Marcelino lo conmovía el desafío de llevar a Dios y a los preceptos básicos de la educación a cada niño que tenía enfrente entre tanta carencia. Fue así que alquiló una pequeña casita y llamó a dos jóvenes que le habían transmitido su deseo de ser religiosos como él: Juan María Granjon y Juan Bautista Audras. Fue un 2 de enero de 1817, en esa casita, donde nacen los Hermanos Maristas, una Congregación dedicada a la enseñanza y a la catequesis de los niños.

Marcelino forma a Juan María y a Juan Bautista y les da un hábito religioso y sus primeros votos. Y los pone al frente de la primera escuela de Hermanos Maristas que funda en su pueblo natal, Marlhes en noviembre de 1818. Al año siguiente, levantaría la primer escuela para los niños en el pueblo de su parroquia, en La Valla-en-Gier.

Sobreviviendo en la mayor de las austeridades y con muy poco dinero, los Hermanos Maristas empiezan a formar a jóvenes campesinos para ser educadores de Dios entre las comunidades más pobres. Y los municipios vecinos de La Valla le empiezan a pedir a Champagnat que le mande jóvenes para enseñar catequesis en sus colegios.

La casita de La Valla, aún muy ampliada, les queda chica. Y pronto, con el trabajo de todos, levantan una segunda casa para más de 100 personas a la que le dan el nombre de Nuestra Señora del Hermitage. Las escuelas comienzan a abrirse por distintos lugares rurales de Francia. Y la Iglesia libera a Champagnat de sus trabajos parroquiales para que se dedique de lleno a la creación y visita de colegios manejados por los hermanos de la Congregación Marista.

En 1836 la Iglesia Católica reconoce oficialmente a la Sociedad de María y le pide la misión de Oceanía. Marcelino prepara y manda los primeros misioneros Hermanos Maristas a las lejanas islas del Pacífico. Pero su salud comienza a complicarse.

San Marcelino Champagnat morirá con solo 51 años, en Hermitage, Francia, el 6 de junio de 1840, sabiendo que su misión estaba cumplida. En su último día de vida, ya había dejado 43 escuelas fundadas en donde se educaban unos 7 mil alumnos.