Se conmemora cada 2 de mayo con el fin de concientizar sobre los riesgos que conlleva este mecanismo, el cual afecta a uno de cada tres niños. La jornada incentiva a padres, docentes y adultos responsables a tomar una serie de conductas que ayuden a prevenir y detectar de manera temprana estas situaciones, para evitar su complejidad y daños físicos, emocionales y mentales en sus víctimas.

La efeméride fue proclamada en 2013 por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), con el apoyo de diferentes asociaciones no gubernamentales que trabajan por la lucha contra el bullying.